Juntas

Un aspecto importante a considerar cuando se trabaja con bloques de hormigón, es el de la fisuración que en algunos casos pueda producirse cuando no se toman las previsiones del caso.

Las causas que provocan fisuras en la mampostería con bloques, se deben al hecho de que se impiden los movimientos producidos por contracción o expansión debidos a cambios térmicos, hidrófugos, asentamientos, cambios bruscos de sección o de carga

Una de las formas de atenuar la fisuración por contracción es colocar armaduras en las juntas horizontales, de tal forma que las tensiones originadas se transfieran a las barras.
Para que ello ocurra, se hace necesario que el mortero de asiento a utilizar en esas hiladas, sea un mortero cementicio, para asegurar una perfecta adherencia con las barras de acero.

En cuanto a la ubicación de estas armaduras, se aconseja ubicarlas en las dos primeras hiladas por encima del piso y las dos últimas antes del apoyo de techos; también se deben colocar por arriba y por debajo de las aberturas.

Cabe acotar que, de acuerdo a la zona sísmica de que se trate, serán exigibles las vigas de encadenado inferior y superior, en cuyo caso, dichas vigas reemplazarán a las armaduras mencionadas anteriormente.

Las juntas de control son secciones debilitadas, verticalmente continuas, que abarcan ambos parámetros de la pared. Si existen tensiones en la pared, o movimientos del muro, se producirán en las juntas de control. Una junta de control debe permitir fácilmente el movimiento de la pared en sentido longitudinal, y estar sellada a la acción de los agentes atmosféricos y al sonido, debe además asegurar la estabilidad lateral del muro.
Una de las más sencillas de realizar es la siguiente: Se debe interrumpir la traba de los bloques, y se col ocan en hi l adas alternadas, dos hierros de diámetro 4 mm (como mínimo) y de 40 cm de longitud, teniendo la precaución de colocarle aceite o grasa hasta la mitad de esa longitud, la cual, permitirá el movimiento del muro en caso de retracción o expansión del mismo.
Las juntas verticales interiores y exteriores se rellenan con un mortero elástico capaz de absorver esos movimientos. (ver figura 3)

Otra forma de realizar una junta de control es realizarla con bl oques enteros y medios bloques, rellenando con mortero el conducto formado entre bloques, previa colocación de fieltro asfáltico en una de las caras para evitar la adherencia. Deben llenarse ambas juntas verticales con mortero elástico hasta una profundidad de 1,5 cm.
Este mortero debe brindar buena adherencia a las paredes de la junta e impermeabilidad al agua. (ver figura 4) .

Es indudable que no se pueden dar reglas fijas en cuanto al uso de los bloques, porque cada proyecto tendrá sus requerimientos, por eso es que se sugiere considerar estas instrucciones en el momento de diseñar cada proyecto
Asi por ejemplo es importante la ubicación de las juntas en función de la disposición en planta de la construcción, de su altura, de la longitud de los muros, de la disposición de los encadenados etc.
Como regla general la distancia entre juntas debe ser entre 6 y 12 metros y en cuanto a la ubicación aconsejada es en :

a) Intersección de muros.
b) Cambios de altura de muros.
c) Entre aberturas.
d) En pilares
e) En cambios de espesor de muros

Son aquellas que se realizan para neutralizar la dilatación de los muros, como consecuencia del aumento de temperatura o de humedad de los mismos.

Estas juntas deben realizarse fundamentalmente en muros de gran longitud ( mayor a 40m), o según la planta de estructura en las esquinas donde un muro extenso pueda “ empujar “ a un muro transversal, produciendo fisuras desagradables.

El material recomendado para la toma de estas juntas de expansión debe ser totalmente flexible, a los efectos de que «acompañe» los movimientos de dilatación sin provocar empuje por compresión.
La forma más práctica de ejecutarla es similar al primer caso descripto para juntas de control, con la precaución de aumentar los diámetros de los hierros que servirán de vínculos entre ambos paramentos.